Actividad del psicólogo en el ámbito forense
Lic. María Inés Petrovic
La Psicología forense es una especialidad del campo de la Psicología.
Se trata de una “praxis que involucra dos vertientes: una práctica,
en lo que hace a la respuesta puntual que se espera de la psicología cuando
es interrogada desde el Todo Legal, es decir la pericia propiamente dicha, y
una crítica en tanto reflexión, que involucra tanto al demandante
cuanto al demandado”.... “de no existir tal dimensión crítica,
quien ejerce lo hace en calidad de esclavo, por más eficacia y perfeccionamiento
que exhiba en su tarea profesional”. (Dr. Mariano Castex)
Esta especialidad aporta su teoría y su técnica para colaborar
dando su punto de vista sobre aquello que entra en conflicto, en el campo de
los intercambios entre las personas.
El profesional psicólogo tendrá como tarea, aportar en determinada
litis (caso), una opinión fundada, colaborando con el Juez en el dictado
de sentencia. Así también, aborda problemáticas humanas
desde una perspectiva diferente a la de la clínica tradicional.
Ambas perspectivas, la Jurídica y la Psicológica, se verán
plasmadas en el informe dirigido al Juez, que se emite con motivo de la pericia
psicológica.
El Licenciado en Psicología podrá actuar en los distintos fueros
de la Justicia, a saber: Fuero Civil, en sus variantes Familia, Patrimonial
y Responsabilidad Civil de las personas, Fuero Laboral, Fuero de la Seguridad
Social y Fuero Penal.
Esta actividad requiere de una formación específica que permita
un mutuo aprovechamiento del Derecho y la Psicología.
Dicha formación tiene que ver con la especialización en Psicodiagnóstico
orientado hacia el área forense. El licenciado en Psicología
es el profesional idóneo, preparado para realizar un aprovechamiento cabal
de las técnicas de entrevista, psicométricas y proyectivas. Entrenado
en la escucha psicológica, utiliza las herramientas a su alcance para
investigar las consecuencias psicológicas en la parte actora que se juegan
en un litigio.
Sin embargo, en muchas ocasiones se produce yuxtaposición o subordinación
del ámbito psicológico al jurídico. Las diferencias de
método, objeto de estudio y objetivos han sido utilizados para promover
la idea de una convivencia imposible.
Una postura superadora de esta tendencia indica que, lejos de constituirse
en diferencias insalvables, dichas distinciones como así también los
puntos en común entre el Derecho y la Psicología son útiles
para la investigación y construcción de interdisciplinariedad.
Documento sin título
María Inés Petrovic
Lic. en Psicología
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